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Capitalizar el paro para emprender, un riesgo que a menudo merece la pena
Más de la mitad de los desempleados que escogen esta opción, siguen con la actividad iniciada al cabo de cuatro años, según un estudio
Susana Pérez de Pablos
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10 de diciembre de 2024
Aunque las circunstancias de cada uno es lo que más pesa a la hora decidirse a capitalizar el desempleo, es decir, a cobrarlo todo de pero de golpe para poder invertirlo en crear tu propio negocio, la cantidad de personas que opta por hacerlo y prospera su iniciativa al cabo de unos años no es menor.
Como referencia puede servir un estudio realizado por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) de Barcelona sobre los efectos de este tipo de cobro entre los parados que habían decidido optar por este sistema entre 2019 y 2023. Los resultados de ese análisis revelaron que, un año después de acogerse a este sistema de pago único, el 71% de esas personas seguían manteniendo la actividad que habían emprendido y que, cuatro años después, más de la mitad de ellos (el 53%) seguían con sus proyectos. Estos datos fueron calificados como “un éxito” de esta alternativa por el director provincial del este servicio de Barcelona y coordinador del SEPE en esta comunidad autónoma, Víctor Santa-Bárbara.
Y es que una de las ventajas de solicitar el pago único de paro es las distintas posibilidades que existen para utilizar esta cantidad relacionadas con el emprendimiento. Aunque, básicamente, la que puede resultar más interesante o menos arriesgada es la opción de suspender el cobro del desempleo y probar a emprender durante un tiempo. Con esta alternativa, el trabajador puede dejar en suspenso el cobro del paro por un máximo de cinco años. Pero, si le va mal en su negocio antes de este tiempo, puede solicitar que se reanude el pago del paro.
Aunque los trabajadores deben tener en cuenta que existen una serie de condiciones para que esto sea posible, que resume un portavoz de la Organización de Consumidores (OCU): “Bien que la actividad haya durado menos de 24 meses, aunque no llegaras a darla de alta en la Seguridad Social; o que esa actividad haya durado más de 24 meses, pero menos de 60 y sí la dieras de alta en el régimen de autónomos o, en su caso, en el de trabajadores del mar”. Además, algo importante que hay que recordar en estos casos es que la reanudación del pago del pago se debe pedir obligatoriamente en los 15 días siguientes a dar de baja el trabajo por cuenta propia.
“En el caso de que gracias al trabajo por cuenta propia hayas generado el derecho a la protección por cese de actividad, que es algo así como el paro de los autónomos, podrías optar entre percibir esta o reabrir la prestación por desempleo suspendida”, añade el portavoz de los consumidores. Es más, las cotizaciones que generaron la prestación por la que no optes no podrán tenerse en cuenta para el reconocimiento de un derecho posterior.
Una estrategia para los más emprendedores
Existe en España también la alternativa de cobrar en un pago único toda la prestación de desempleo a la que tengas derecho, o las mensualidades que te falten siempre que sean al menos tres. Tiene la ventaja, según los expertos, de que por la prestación de desempleo cobrada de esta manera no tendrás que pagar IRPF, aunque para ello debes mantener la actividad emprendida un mínimo de cinco años, lo que encierra un riesgo mayor que la opción que mencionada antes. A las personas que opten por ello, sólo les descontarán el tipo de interés legal del dinero (3,25 % en 2024).
Si para tu nueva actividad necesitas un lugar del que no dispones, puedes invertir este dinero en comprar un piso o un local, aunque tienes que poder justificar que ese inmueble lo necesitas para la empresa o trabajo que vas a emprender. Lo que debes hacer en este caso es integrarlo en el patrimonio de tu negocio como parte del activo, ya que se considera una aportación que se ha hecho como inversión inicial para poder desarrollar esa empresa.
Informarse bien de las “fórmulas” existentes antes de tomar una decisión
Ahora bien, en este caso, el emprendedor tiene que justificar que has invertido todo el dinero cobrado de golpe en alguna de las fórmulas previstas por la normativa. Entre ellas están las de hacerte autónomo, empezar a controlar una empresa que esté recién fundada o que no tenga una antigüedad superior a los 12 meses. Y una tercera alternativa es hacerte socio trabajador de una cooperativa o de una sociedad laboral. Otra cosa que a tener en cuenta en este caso es que “puedes usar hasta el 15% del pago único para contratar servicios de asesoramiento, formación e información y, si esos gastos no suman toda la prestación que te corresponde, puedes cobrar el resto mes a mes para pagarte la cotización a la Seguridad Social”, destaca el portavoz de la OCU.
Las organizaciones de consumidores así como las asesorías jurídicas especializadas en ayudar a sus clientes a la cotización del paro siempre hacen hincapié en la importancia de informarse en cada caso de todas las condiciones, así como de prever las circunstancias en las que se pueden encontrar, una vez cobrado todo el paro de golpe, para optar por la alternativa que mejor se adapte a su situación.
Lo que no puedas justificar, lo recibes mes a mes
Respecto a los requisitos generales para solicitar este pago único de paro, te tienen que quedar al menos tres mensualidades por delante para poder optar a ello. En cuanto al dinero que dan por capitalizar el paro, puedes solicitar la cantidad que puedas justificar como inversión para desarrollar la actividad que tienes pensada, incluidas las cargas tributarias para el inicio de la actividad, hasta el 100 % de la prestación total a la que tengas derecho.
En el caso de que no se pueda justificar toda la prestación a la que se tiene derecho, se puede pedir lo destinado a un gasto “demostrable” y el importe restante se puede cobrar mes a mes. De esta forma, esto permite al trabajador por cuenta propia pagarse la cotización a la Seguridad Social, para lo cual hay que mantener el alta en la Seguridad Social en esos meses.
Un ejemplo sobre para qué puedes usar la capitalización del pago es la contratación de servicios de asesoramiento, formación e información (puedes usar para ello hasta el 15% de la cantidad total que te den. Y otra ventaja es que te ahorras el pago del IRPF del dinero que recibas como pago único del pago siempre que la actividad que inicies dure un mínimo de cinco años.
También debes tener en cuenta a la hora de optar por este sistema que existe un control sobre el hecho de que destines el dinero recibido a lo que has dicho. Por lo tanto, es obligatorio que acredites con documentación y justificantes bancarios que la prestación recibida realmente la inviertes bien en el proyecto o bien en tu incorporación como socio a cooperativas de trabajo asociado o bien a sociedades laborales.
Ser autónomo y cobrar el paro quitándote gestiones
La última opción interesante, pero de la que también se debe conocer la “letra pequeña”, según los expertos en derechos de los consumidores, es la de darte de alta como autónomo y seguir cobrando el paro. Es una manera de empezar tu actividad por tu cuenta mientras te aseguras esta prestación como colchón. Para hacerlo, puedes darte de alta en la Seguridad Social como trabajador autónomo pero, antes de que pasen 15 días, debes pedirle al SEPE la compatibilidad con el cobro del paro.
Te la podrían denegar si lo que les planteas es alguno de los supuestos excluidos, que podría estar amparado por las otras dos fórmulas que te explicamos. Esta opción te permite cobrar las mensualidades que te falten con un máximo de 270 días.
Debes saber que los pagos llevarán la retención de IRPF que te corresponda, pero no se descuenta la contribución del trabajador a la Seguridad Social, pues ya estarás cotizando tú al régimen de autónomos. Otras ventajas no menos importantes son que, durante el tiempo que mantengas esta compatibilidad, te vas a quitar mucha burocracia. Por ejemplo, ni tendrás que cumplir el acuerdo de actividad, ni sellar nada, ni acudir a los servicios de orientación, por lo que tendrás todo ese tiempo para concentrarte en tu nueva actividad y sacarla adelante.
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