Marketing
GUÍA
Tendencias de marketing político: análisis campañas electorales de EEUU 2024
10 de octubre de 2024
El marketing político se ha convertido en una de las armas más importantes en ambos bandos para alcanzar la Casa Blanca. A medida que nos acercamos a las elecciones presidenciales de este 2024 las campañas se recrudecen, y utilizan estrategias cada vez más agresivas. En esta guía vamos a hacer un repaso a algunas de las tendencias más destacadas y te hablaremos sobre cómo están marcando la comunicación política de este ciclo.
El poder de las redes sociales
Donald Trump se ha caracterizado, desde sus comienzos políticos, por usar las redes sociales como arma arrojadiza contra sus enemigos. Lo hizo en 2016 frente a Hillary Clinton, siguió con la misma estrategia antes de ser derrotado por Joe Biden y parece que tiene intención de seguir el mismo guión frente a Kamala Harris. Tal es la importancia de las redes sociales para Trump que incluso luchó frente a su veto en Twitter con el lanzamiento de su propia red social. En Trump estrena su propia red social llamada Truth Social, Antonia Laborde explicaba en EL PAÍS la posible motivación del magnate para su publicación: “Las tecnológicas cerraron las cuentas del republicano por considerar que incitaban a la violencia y por esparcir los bulos sobre un supuesto fraude electoral en las presidenciales de noviembre de 2020”.
Pero no solo Trump hace uso de las redes. Hace tan solo unos días, la líder demócrata Kamala Harris recurre a Oprah Winfrey para cortejar a los votantes menos motivados. En EL PAÍS hablamos sobre ello en un texto escrito por Macarena Vidal Liy: “Winfrey, que ya había participado como oradora para apoyar a Harris en la convención del Partido Demócrata el mes pasado en Chicago, fue la moderadora en un evento de campaña retransmitido a través de streaming en redes sociales, con formato de programa de televisión y cuajado de celebridades, desde Meryl Streep a Jennifer López, pasando por Ben Stiller y Julia Roberts”.
Las plataformas como Twitter, Facebook e Instagram tienen un gran impacto en el público estadounidense, y ya se ha convertido en un medio transversal capaz de llegar a los más jóvenes y también al público de mediana edad.
El papel de la inteligencia artificial en el marketing político
El marketing político en las redes sociales se ha convertido en una asignatura obligatoria para los jefes de campaña. Desde ambos bandos son conscientes de que la inteligencia artificial puede jugar un papel decisivo a la hora de elegir al próximo presidente. De hecho, antes incluso de que Biden fuese elegido como candidato, en el mes de enero, se pudo comprobar el peligro que suponen las herramientas digitales si no se controlan de forma adecuada. Miguel Jiménez escribió sobre ello en EL PAÍS en un artículo titulado Biden, suplantado con inteligencia artificial para interferir en las primarias de New Hampshire. El todavía presidente en funciones fue víctima de una suplantación de identidad: “ Con el avance de la tecnología y la capacidad de la inteligencia artificial para fabricar imágenes falsas y suplantar personas con apariencia de realidad, el peligro se multiplica. Las amenazas han cristalizado en New Hampshire, que celebra este martes elecciones primarias para la presidencia de Estados Unidos. La Fiscalía investiga denuncias de llamadas que suplantaban al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con el objetivo de interferir en las elecciones”.
Pero la IA también puede usarse para algo todavía más valioso: el análisis de datos. Sobre ello profundizó Antoni Gutiérrez Rubí en La inteligencia artificial entra a las campañas electorales: ¿cómo impactará en Latinoamérica?: “El Partido Demócrata y el Republicano ya están aplicando estas herramientas para simplificar labores arduas y complejas de minería de datos. El fin es identificar mejor y más rápido a donantes y votantes y descubrir patrones de comportamiento que puedan ser explotados para impulsar donaciones y apoyos.
El activismo digital, clave en el marketing político en redes sociales
Las campañas electorales de 2024 se han convertido en una oportunidad perfecta para ver de primera mano la capacidad que tienen organizaciones y partidos políticos a la hora de movilizar a sus votantes. Twitter se ha convertido en el campo de batalla donde se generan la mayoría de debates entre usuarios demócratas y republicanos. Sin embargo, Elon Musk, simpatizante de Donald Trump y uno de sus principales donantes, se ha ganado el dudoso honor de ser el mediador entre todos ellos. Algo que preocupa, y mucho, en Estados Unidos. En La campaña de Elon Musk, un artículo de EL PAÍS escrito por Marta Peirano, la autora se ponía en duda la imparcialidad de su red social, X, en estas elecciones: “Cabe preguntarse qué influencia está teniendo en las elecciones de Estados Unidos el único usuario de X capaz de modificar el servicio para garantizar su visibilidad y la de sus amigos”.
No en vano, en lo que llevamos de campaña, Musk ha sugerido que el Partido Demócrata planea cometer fraude electoral. Que “va a importar votos” y que los demócratas “no deportan a nadie porque cada ilegal es un futuro voto probable”. También ha puesto en duda la integridad del voto electrónico y del voto por correo, argumentando que las máquinas pueden “ser hackeadas por humanos o por IA” y que “los votos por correo y las urnas seguras no deberían permitirse” con un vídeo de Fox hablando de lo fácil que es votar de forma ilegal.
Integrar las preocupaciones sociales en la campaña
El cambio climático y la inmigración se han convertido en una de las principales preocupaciones para los estadounidenses, y eso es algo de lo que ambas campañas quieren obtener un rédito mediante su marketing político digital. Joe Biden, antes de iniciar la campaña, trató de mantenerse en un terreno neutral para evitar un posicionamiento claro. Del liderazgo climático a autorizar prospecciones: el pragmatismo verde de Biden a un año de las elecciones. María Antonia Sánchez Vallejo ya escribió sobre esta cuestión en EL PAÍS: “La política contra el calentamiento global del presidente estadounidense ha mostrado luces y sombras, hasta poner en pie un castillo de naipes climático en riesgo por los vaivenes políticos de este país”.
Por el contrario, Trump ha preferido un enfoque mucho más radical. El Proyecto 2025 y un Trump más radicalizado preocupan a los ambientalistas. Armando Quesada Webb ya lo comentó hace tan solo unas semanas en EL PAÍS, dejando claro la voluntad del expresidente: “Trump estaría en una posición mucho mejor para desmantelar las normas medioambientales y climáticas, con la ayuda de jueces más alineados y aliados conservadores que ya están diseñando formas de doblegar a las agencias federales a la voluntad del presidente”.
Una narrativa más diversa e inclusiva
A pesar de que la campaña republicana se haya posicionado claramente en contra de la inmigración, lo cierto es que necesitan encarecidamente su voto, al igual que le ocurre a Harris, si quieren alcanzar el Despacho Oval. Por tanto, la comunicación y el marketing político van de la mano para conseguir que este colectivo se decante por uno de los dos partidos.
Ya al inicio de la campaña, Luis Pablo Beauregard explicaba en EL PAÍS que Ni Biden ni Trump pueden ganar sin los latinos: radiografía de una fuerza de 36 millones de votos. Y la situación no ha cambiado en absoluto.
Mark Hugo López, ahondaba en esta cuestión en su artículo de EL PAÍS titulado La complejidad del voto hispano en las elecciones de Estados Unidos, en el que mostraba las principales preocupaciones de este colectivo y cuestionaba las posibilidades de Harris para lograr la aprobación de los latinos: “Para los votantes hispanos, los temas prioritarios son, entre otros, la situación de la economía, la inflación, la educación y el costo de la salud, por delante de la inmigración. Sin embargo, sobre este último tema, hay diferentes opiniones: un tercio de los hispanos adultos afirma que deportar a los inmigrantes que están de manera indocumentada en Estados Unidos mejoraría la situación en la frontera con México.
La desinformación entra de lleno en la campaña por la presidencia
Ya hemos hablado en otras ocasiones sobre las fake news, y parece que los líderes republicanos no tienen problema en hacer uso de ellas, tal y como vimos en uno de los últimos mítines de Trump. Elon Musk se suma a los bulos de Donald Trump en el mitin del lugar donde sufrió un atentado en julio. Sobre ello habló en EL PAÍS Miguel Jiménez: “Elon Musk saltó, literalmente, al escenario con una camiseta en la que se leía “Ocupar Marte” y con una gorra con lema trumpista Make America Great Again. El multimillonario —el más multimillonario de los dos, en realidad— se apuntó a los bulos en su primera intervención en un acto de campaña, señalando que los demócratas quieren acabar con la libertad de expresión y con el derecho a llevar armas y arrebatar a los estadounidenses el derecho al voto”.
El marketing político de esta campaña electoral ha cambiado mucho del que podíamos ver hace tan solo cuatro años. Y marca un precedente que podremos observar, muy pronto, en las elecciones de los países europeos. ¿Te ha parecido interesante esta guía? En EL PAÍS Profesional puedes encontrar muchos más contenidos como este. Suscríbete y disfruta de la mejor información para tu negocio.